lunes, 3 de septiembre de 2012

Mujer con sombrero

Óleo de mujer con sombrero

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura
debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura
que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota
y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.
(1970)

http://www.youtube.com/watch?v=_nbFvSpETIs

jueves, 23 de agosto de 2012

La sonrisa de Mona Lisa
Desde chiquitas nos enseñaron las reglas de buena educación: nunca decir "no me gusta" ante una comida en casa ajena, guardarnos para nosotoras los "no quiero", tragarnos las ganas de gritarle a un maleducado en la calle, tener siempre buena cara cuando vamos de visita a lo de nuestros abuelos... siempre cuidadosas de no herir los sentimientos ajenos, de ser educadas y correctas.
Tantos años de fingir nos van moldeando el carácter -y nuestras facciones-. Vamos por la vida con esa media sonrisa de Mona Lisa que oculta nuestros verdaderos sentimientos, nuestras necesidades más profundas, nuestros desencantos y vacíos existenciales.
Tampoco es cuestión de estar en todo momento con nuestro mal humor a flor de piel, pero... ¿no es verdad que de tanto fingir una buena cara, nuestro lado más oscuro nos salta cuando menos lo esperamos? Puede ser en la cola del super, en el estacionamiento, promediando la cena familiar de los miércoles: la rabia, la rebeldía, la frustración, la tristeza, nos toman por asalto en el momento y con las personas equivocadas. Y así quedamos totalmente expuestas, finalmente, frente a nuestras reacciones más básicas, sin posibilidades de dar marcha atrás o usar liquid paper para corregir ese fatídico momento. ¿No será éste un buen momento para dejar esta sonrisa enmascaradora y mostrarnos un poco más auténticas?